1 - Salteamos los crustáceos a fuego vivo el tiempo justo y los reservamos
Los gambones peleando por un sitio |
2 - Salteamos los cefalópodos
Estos sepionets están para perder la cabeza |
3 - Bajamos el fuego y sofreímos el ajo picado y el tomate. No busquéis imagen, no la hay... bueno, he tomado esta prestada.
Ajo y tomate en proceso |
4 - Añadimos el arroz, lo sofreímos, añadimos el azafrán y/o colorante y le damos uns vueltas. Acto seguido el buen caldo de pescado y/o marisco que habremos preparado (o comprado si hay prisas) caliente (muy importante). Primero fuego más bien vivo y si lleva moluscos se los ponemos ahora para que se abran.
Los cefalópodos y el arroz (debajo están el ajo y el tomate sofritos) |
5 - A mitad cocción bajamos el fuego, no al mínimo pero sí suave y añadimos los crustáceos que habíamos reservado.
Ya falta poco, que alguien ponga la mesa |
6 - Cuando se ha consumido el caldo (o casi), apagamos el fuego y la dejamos reposar entre tres y cinco minutos.
Sólo me falta reposar tres minutos, tranquilos... |
7 - A servir y disfrutar con los tuyos
¡ No seas tan autocrítico ! |
8 - Por último, si no estás muy convencido, móntatelo para que coman a las 16:00 horas o más, sin aperitivos, verás el agradecimiento que reflejan sus caras.